jueves, 6 de septiembre de 2012

UNA BUENA ALIMENTACION

IMPORTANCIA DE UNA BUENA ALIMENTACION.

Dios nos proveo de los alimentos necesario para una buena salud. Pero actualmente muchos vivimos lejos de hacerlo asi. Contaminamos nuestro cuerpo con aditivos químicos en alimentos enlatados, bebidas totalmente antinaturales, saborizantes artificiales, el cigarrillo, el abuso de bebidas como el alcohol, y asi otros daños que le suministramos a el cuerpo.

En el Génesis, capítulo 1: Versículos 29-30 dice:
29 También les dijo: «Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los árboles que dan fruto con semilla; todo esto les servirá de alimento.
30 Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se arrastran por la tierra.» Y así sucedió.
Los adventistas haciendo uso de los consejos de DIOS, hacen evidenciar que bajos esos requerimientos se vive más saludable:
Uno de los pilares fundamentales de la buena salud es una alimentación buena, sana y natural. Por eso habla la Biblia con tanto detalle de las cosas que se deben y no se deben comer.
Nos dice que debemos comer la carne de los animales que rumian y tienen pezuña hendida, como por ejemplo la vaca, el cordero, la cabra, etc., pero no el caballo, el camello, conejo, cerdo, etc., a menos que no podamos evitarlo de ninguna manera. (Levítico 11:1-7) Incluso de los animales limpios, no se deben comer las partes sucias, como los riñones, la grasa, la vesícula, la sangre y los intestinos. (Levítico 7:4,23,26- 27)
¡Los únicos animales marinos limpios son los peces que tienen aletas y escamas! Todos los demás son inmundos, como por ejemplo todas las diversas especies de mariscos y crustáceos, como el cangrejo, la langosta, los camarones, las gambas, cangrejos de río, etc. La razón es que son los basureros del mar, comen toda la basura y aguas residuales que se vierten en el mar y los ríos. (Levítico 11:9-12)

Las aves inmundas son todas las diversas especies de águilas, halcones, búhos, buitres, cisnes, pelícanos, cigueñas, garzas, murciélagos, etc. (Levítico 11:13-20)

En nuestros tiempos modernos, hay muchos productos alimenticios manufacturados que tienen muy poco o ningún valor nutritivo. Uno de los peores es el azúcar blanca. Aparte de que tiene un efecto muy destructivo en los dientes, los médicos han llegado a la conclusión de que el exceso de azúcar en la alimentación es una de las causas más frecuentes de las enfermedades modernas. Han descubierto incluso que el origen de muchos ataques cardíacos y otros tastornos del corazón en el consumo excesivo de azúcar.
Comer en exceso o comer demasiada grasa es también muy perjudicial para el corazón. Muchos occidentales, norteamericanos sobre todo, comen demasiado, y ésa es una razón por la cual sufren de tantas enfermedades cardiacas, cáncer y muchas otras enfermedades producidas por comer más de lo debido. ¡Literalmente se están matando de comer, cavan ellos mismos su sepultura con los dientes!
La mayoría de la gente destruye casi todo el valor alimenticio de los alimentos al cocinarlos. Las verduras hay que cocinarlas lo menos posible; es más, si son lo bastante tiernas para comerlas crudas, por lo general es mejor comerlas de dicha manera.
Si vives en un país en que no es prudente comer verduras crudas por alguna razón (por ejemplo, si se fertilizan con abono de origen humano), naturalmente hay que cocinarlas. En ese caso, hay que cocinarlas durante el tiempo mínimo imprescindible y con la menor cantidad posible de agua para evitar que se destruyan las vitaminas y elementos nutritivos al hacerlo. Si comes verduras crudas, no dejes de limpiarlas a fondo con un cepillo.

Cuando comas, come hasta quedar satisfecho, y no toques nada más. Deja que el estómago ponga manos a la obra digiriéndolo. Un estómago sano normal se demora unas dos horas completas en digerir una comida, por lo que no piques ni comas ninguna cosita durante al menos dos horas después de una comida.



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